jueves, 18 de septiembre de 2008

Conversaciónes de autobús.

¡¡Sonríe!!
Rezan unas letras doradas debajo de la ventana, fría, que nos separa del resto del mundo. Que nos hace peces calientes, sumidos en nosotros mismos, sin querer que nos miren a los ojos y vean que somos menos de lo que queremos ser, o incluso de lo que aparentamos; y eso es lo que les da el verdadero miedo.

¡¡Sonríe!!
No necesitaba leerlo dos veces, gracias;
y la ironía explotó, con esa lágrima que no quiero que salga, que abrasa el lagrimal implorando libertad; junto con los labios apretados, locos por torcerse, o morderte.

Pero como voy a sonreír.

Sonríe.

No hay comentarios: