lunes, 1 de septiembre de 2008

Conversaciónes "a".

-O a lo mejor solo estoy enamorado de la idea de estarlo.
-¿Y yo?
-¿Tú?
-Sí, yo. ¿También estaré enamorada de la idea, y no de él?
-Tú es distinto. Yo la persigo, lo único que quiero es conseguirla; pero tú.. tú le quieres de verdad, aún me acuerdo de esa cursilada que dijiste.
-Yo no digo cursiladas.
-Por supuesto que sí. Cuando dijiste, que lo único que querías era su felicidad, y que si eso no era contigo te aguantarías.
-Yo no dije eso.
-Tú, tú.. Claro que lo dijiste, dijiste: “yo solo quiero que sea feliz, no me importa si no es conmigo”
-No.
-Sí, y semillorando, por cierto.
-…
-No deberías avergonzarte, es muy bonito que digas eso, que sientas eso por alguien.
-No lo es.
-Sí que lo es, y deberías decírselo, deberías decirle todo lo que tienes ahí dentro. La mayoría de las veces dices las cosas a quien no corresponde; no es a mí a quien deberías haberle dicho eso tan bonito, o muchas otras cosas; es a él.
-Eso no arreglaría nada.
-Puede que no, pero deberías decírselo igual.
-No quiero.
-Sí quieres, pero eres una cobarde; y prefieres escribir las cosas, dirigidas a un nadie, que mantener una conversación; la cual por cierto, te dejaría mucho mejor de lo que te deja hablar sola, o conmigo.
-Lo sé.


(Pero hoy no importa.)

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