martes, 6 de mayo de 2008

Calle Joaquín Yáñez nº 13.

Calles sudadas
mezclan pensamientos más sudados todavía
pensamientos masturbados,
apretados encharcados
de ojos que nos miran;
a ti te da igual
y yo estoy tan lejos que ya no sé ni como me llamo,
entonces..
¿qué va a importarme que nos miren?

Pasos apurados
avecinan empujones a un maletero
a un portal apagado,
a un suelo de una calle
de piedra dura y fría.

Empujones y apretones
a carnes,
y a faldas con medias agrietadas.
Como tú, que me agrietas cada gemido
relamiendo entre mis rotos
mordiendo mis adentros,
con mordiscos que son te quiero
y se materializan en palabras,
más tarde en un susurro
en un portal desaliñado
¿y ahora que voy a contestarte?
¿y ahora que va a contestarme?
un te quiero que no es por sexo
que no es por la graduación que hay en mi sangre
que es limpio y contradice lo que hacemos
y que no va a desgastarse.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es bonito, sabes; lleno de pasión, morbo, sexo, y amor incluso.
Pero por otro lado triste.

Anónimo dijo...

¿Realidad?
¿Ficción?

Por un lado me parece realidad. Es que esa calle, creo (apunta, creo) que existe, en el casco viejo ¿no? que hay una biblioteca. O puede que no (gran canción).

Pero por otro lado, me parece ficción.


Aunque debo achacar estas dos posturas a que ultimamente estoy algo, mucho, bastante, demasiado desaparecido del mapa y no sé que es de tu vida. De hecho sé que sigues viva porque mi padre (que triste) me dijo que ayer habló contigo por teléfono.

¡Al lío!
Me ha gustado, como bien dice anxo está lleno de morbo, sexo etc etc; y me centraré en lo del amor, porque de hecho sí lo veo, pero es confuso, porque como bien he dicho antes, me pierdo, me pierdo y no estoy seguro de que hablas.