domingo, 23 de noviembre de 2008

Adrián.

Se apartó de Adrián con un leve sofoco, intentando mantener esa calma que la caracterizaba, esa calma que supuraba por cada uno de sus poros, esa que todo el mundo creía comprender; esa calma ficticia.
Él le sonreía, ajeno a todas las cosas que se le pasaban por la mente; imágenes, deseos, palabras inacabadas.. tantas cosas que la aturdían y la incapacitaban para lograr unir coherentemente dos palabras.
Tardó un poco en lograr componer todo eso que le arrasaba el cerebro como una avalancha, y todo desapareció, dando lugar a la idea que prevalecería sobre las demás, la única que ella había sopesado de verdad, la única que podría salvarla de aquel torbellino llamado Adrián, que la absorbería por completo si no tomaba ahora mismo una decisión.

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